¿Te imaginas lo que habría sido quedar embarazada décadas atrás, donde no había manera alguna de conocer el estado de salud de tu bebé hasta el momento de su llegada al mundo? Por suerte para ti, como mamá del siglo XXI, la ecografía o eco de embarazo es una realidad, y es que esta maravilla de la tecnología permite ver imágenes del futuro integrante de la familia, incluso desde que apenas tiene unos tres meses de gestación.
¿Tienes dudas sobre este procedimiento? No te preocupes, sigue leyendo y entérate de todo lo que necesitas saber.
¿Qué es una ecografía o eco de embarazo?
Las ecografías o ecos de embarazo son evaluaciones médicas, en donde se logra visualizar a tu bebé mediante imágenes recreadas en una pantalla (ecógrafo), gracias a ondas sonoras emitidas por un dispositivo especializado que se coloca sobre tu pancita o dentro de tu vagina.
Esas increíbles ondas, rebotan en tus órganos internos y sobre el bebé que se empieza a formar dentro de ti (tranquila, no son perjudiciales para ninguno de los dos), captando una gran cantidad de datos y transformándolos en imágenes de tu bebé que de seguro te derretirán el corazón.
Este procedimiento es igualmente conocido bajo otros nombres, como por ejemplo: ultrasonido fetal, ecografía fetal, ecografía de embarazo, evaluación ecográfica prenatal, ecografía obstétrica, etc. Así que, si llegas a escuchar algunos de estos términos de parte de otras mamás, ya sabrás que hablan del mismo estudio.
¿Cuál es su propósito?
Un eco de embarazo es uno de los pilares de las distintas fases de tu control prenatal. Tiene como propósito facilitar información sobre el estado de salud de tu futuro bebé y de ti misma, como futura mamá. Permítenos enumerarte los más relevantes.
Los 7 datos más importantes que revelará tu ecografía obstétrica:
- Confirmar el embarazo, así como también si tu bebé se está formando en el útero. Algunos fetos lo hacen fuera del mismo, llevando a lo que se conoce como embarazo ectópico.
- Establecer la fecha probable de tu parto, dado que el ultrasonido permite calcular las semanas de gestación con mayor precisión.
- Detectar posibles complicaciones actuales o futuras: como malformaciones o defectos cardíacos.
- Escuchar el latido del corazón de tu bebé (lo más bonito de la lista): se hace a través de un ultrasonido más preciso conocido como ecocardiografía fetal. Indispensable, no solo para llorar de la emoción, sino también para identificar complicaciones cardiacas y tratarlas cuanto antes.
- Hacer un seguimiento del desarrollo de tu pequeño: es muy probable que tu médico especialista programe varias ecografías a lo largo del embarazo. De esta manera, es posible ir llevando un registro del crecimiento y, así es, si el tiempo es el indicado, puedes llegar a conocer el sexo de tu bebé, así puedes empezar a planificar todo con mayor precisión, para su gran llegada.
- Facilitar otros controles prenatales, pues este examen suele usarse como base para optimizar otras evaluaciones.
- Visualizar la posición de tu chiquito: generalmente, los bebés se posicionan de cabeza cuanto más se acerca el momento de dar a luz. Sin embargo, se dan excepciones y puede que tu bebé prefiera mantener sus oídos más cerca de tu corazón.
Conocer la posición antes del parto es esencial para establecer el procedimiento ideal para traerlo al mundo. Ahora de seguro estarás pensando ¡Gracias universo, por hacerme mamá en medio de estos avances tecnológicos!
Prepárate para esta evaluación
Sobre este tema, lo primero que debes saber es que hacen falta que tengas como mínimo 6 semanas de embarazo para poderte realizar tu primera ecografía.
De hecho, en la inmensa mayoría de los casos, los especialistas programan el primer ultrasonido para la semana número 12, cuando tu bebé tenga más o menos el tamaño de un limón verdecito.
¿A qué se debe esta delimitación?
Pues a que antes de ese tiempo, tu bebé medirá apenas unos milímetros, siendo imposible recopilar información valiosa para un diagnóstico de su evolución.
Solo recuerda que, cuando se trata de esta maravillosa etapa, no hay nada escrito en piedra, por lo que puede darse el caso donde tu especialista programe un eco de embarazo a 1 mes de haber concebido, sobre todo si, por ejemplo, tienes antecedentes familiares de problemas durante el embarazo, o si has sufrido un aborto espontáneo en ocasiones anteriores.
En general, cuando sea el momento de realizarte tu ecografía, tu médico siempre se encargará de darte las indicaciones ajustadas a tu caso particular, siendo lo más habitual, que te solicite ingerir una determinada cantidad de líquidos y evitar orinar antes del procedimiento.
Tu preparación previa a este examen también puede variar según la etapa del embarazo en la que te encuentres, y de acuerdo al tipo de ultrasonido que necesites (ecografía vía abdominal; que es la más convencional, o ecografía transvaginal; que se realiza insertando el dispositivo en la vagina).
Las 3 fases del procedimiento
Aunque no lo creas, la ecografía o eco de embarazo es extremadamente sencillo. En concreto, se divide en solo tres fases:
- Posicionamiento: serás ubicada en una cama o camilla clínica, y en el caso de una ecografía transabdominal, te aplicarán un gel sobre la pancita que facilita la transmisión de las ondas sonoras.
- Emisión y captación de ondas sonoras: el dispositivo que emite y capta las ondas se posicionará sobre tu pancita o en tu vagina, con el médico haciendo los movimientos necesarios para obtener una imagen completa del bebé y sus alrededores.
- Transmisión e interpretación: las imágenes recopiladas serán transmitidas en vivo y en directo en una pequeña pantalla, donde podrás ver, e incluso escuchar, al futuro miembro de tu hermosa familia, siempre con la ayuda de la interpretación técnica del médico de confianza.
Finalmente, y dependiendo del análisis profesional de tu especialista, se te asignarán fechas para otros exámenes y controles prenatales, incluyendo otras ecografías, y hasta podrían darte una que otra indicación sobre hábitos saludables que debas seguir mientras estés en tu etapa de embarazo, todo siempre basado en tu evaluación en particular.
Así es querida futura mamá, en resumidas cuentas, la ecografía o eco de embarazo es una herramienta efectiva de control prenatal y nuestra mejor recomendación, es que siempre sigas las instrucciones de tu médico de confianza y que las integres a tu calendario de consultas, desde el mismo momento en el que te enteres de que estás en la dulce espera.
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